Época ancestral. El ser humano empieza a cultivar la tierra
para cosechar alimentos. Hasta no hace mucho sólo vive de la caza, pero algunas
tribus han ido evolucionando hacia el cultivo, sin existir aún una
especialización al respecto.
Nos situamos en un grupo de familias asentadas en las
orillas de un río amplio, en un lugar en el que la vegetación es fructífera y
generosa. Las casas son muy rudimentarias, construidas con barro y troncos sin
estructuras sólidas. Cuando el mal tiempo o el invierno aparecen existe aún la
alternativa de unas cuevas situadas a un kilómetro de allí; siendo habitual la
destrucción de las viviendas por cualquier inclemencia extrema del tiempo. Por
lo que volver a construirlas es más que habitual.
No está descartada la caza, existiendo partidas de hombres
dedicados a la misma. Entre ellos está el líder de la comunidad, Atrax.
A veces hay suerte y otras vuelven con las manos vacías,
pero no es tan traumático como cuando no existía la alternativa de las
cosechas.
En una cacería, cuando el grupo de caza retornaba a su
asentamiento, vieron, en la montaña que había cerca del poblado, un brillo
inusual. Al principio no se asustaron porque la incidencia del sol sobre
algunos tipos de roca o sobre animales muertos podía producir brillos, pero estando ya muy próximos al poblado
observaban que aquello era más intenso de lo que al principio parecía. Llegando
al asentamiento observaron que aquello estaba en la parte superior de la
montaña, por encima de las cuevas en las que se refugiaban cuando el tiempo les
obligaba a recluirse. Dejaron la caza obtenida en el poblado y, tras recuperar
fuerzas se organizó una partida para subir a ver qué era aquello que tanto
brillaba.
De este modo llegó el atardecer y el miedo penetró en lo más
profundo de aquellos hombres y mujeres cuando contemplaron que, ya apenas en la
oscuridad el objeto desconocido emitía luz propia. Era una luz potente y blanca
que iluminaba la montaña por la ladera que daba al poblado. Incluso el río
estaba iluminado por aquella luz. Sentados en el exterior de sus cabañas podían
verse unos a los otros como cuando había luna llena, en los días que esta
aparecía con su mayor tamaño.
El grupo de partida inició el ascenso nada más amanecer. Lo
constituían cuatro hombres, uno de ellos el jefe de la comunidad. Iban con las
rústicas lanzas de madera con punta de piedra. Al estar próximos al objeto se
percataron de que era más grande de lo que parecía desde lejos, y lo que más
les sorprendió fue su forma tubular metálica. La superficie era lisa y en ese
momento no emitía luz. Parecía que se había apagado al llegar ellos a su
altura, porque minutos antes pudieron encontrarlo gracias a su brillo.
Estaban desconcertados porque nunca habían visto nada
parecido. Permanecieron largo rato acercándose y separándose según el valor o
el miedo iba haciendo mella en ellos. Finalmente Atrax tocó la superficie del
objeto. Estaba frío, como un témpano de hielo. Instantes después, sin saber de
donde había surgido apareció un hueco rectangular en la superficie del objeto.
Ellos, de un modo que no se podía explicar entendieron que era una invitación a
pasar dentro del objeto. Temblorosos y sudorosos, tras titubear y discutir
entre ellos terminaron por entrar en el objeto.
Tras varios meses, en el poblado ya habían aceptado la
desaparición de los cuatro expedicionarios que habían subido a la montaña para
inspeccionar aquel objeto brillante. Había sido nombrado un nuevo jefe y se
habían celebrado los funerales pensando en que alguna desgracia se había llevado
por delante a sus congéneres.
Casi un año después aparecieron cuatro seres con unas
indumentarias blancas ceñidas al cuerpo, la cabeza rapada y unos maletines que
llevaban en unas manos enguantadas. El miedo se apoderó de los habitantes del
poblado hasta que reconocieron en aquellos seres impolutos a sus compañeros
desaparecidos. Traían mucha información acerca de cómo mejorar sus condiciones
de vida en todos los aspectos: desde qué sembrar y cuando recolectarlo hasta
soluciones sanitarias basadas sobre todo en plantas del lugar. En unos meses se
dio un salto evolutivo mayor que el ocurrido en más de mil años atrás...
No hay comentarios:
Publicar un comentario